viernes, 23 de mayo de 2008

Gaspar Caballero de Segovia

En este vídeo se puede ver un poco como es el método que él ha desarrollado durante años. Yo me he decidido a seguir su método, ya que me parece un sistema muy sencillo, sólo hay que seguir unas pequeñas pautas principales, es ideal para personas sin mucha experiencia, como es mi caso. Está todo explicado, desde el tamaño del terreno, donde plantar cada cosa, la distancia de separación... Los resultados están más que probados por la experiencia de muchos seguidores. Además de sencillo y funcional, es muy vistoso y bonito. Como se comenta en el vídeo "Jardines comestibles". Bueno pues espero que os guste el vídeo, está en catalán o en mallorquín pero se entiende perfectamente.



Aprovecho este post par dar las gracias ha Gaspar Caballero, que no tengo el gusto de conocer pero espero hacerlo algún día.

www.gasparcaballerodesegovia.net

Insectos y otros amigos de la huerta


Muchos de los insectos que pululan por nuestra huerta y cultivos son muy beneficiosos no sólo en la polinización, sino también contra el ataque de otras enfermedades, actuando de auténticos defensores de nuestras plantas. La agricultura convencional extensiva, especialmente la que más trabaja con monocultivos (grandes extensiones de un mismo cereal, hortaliza o frutal), utiliza sistemas de aniquilación de insectos con insecticidas químicos y agresivos que acaban con todos ellos, tanto benignos como nocivos.

Una huerta sin insectos viene a ser algo así como una huerta estéril pues como veremos los insectos aportan muchos beneficios al horticultor y agricultor. Los insectos forman parte de la cadena de biodiversidad y cuando es rota por la mano del hombre siempre acaba provocando más problemas y enfermedades de las plantas y árboles. Es sabido por ejemplo que las moscas devoran unos microbios que pueden dejar al hombre ciego o que las mariquitas se comen los pulgones o que los caracoles se comen el musgo que afecta a muchos frutales y que cuando se aniquilan masivamente cualquiera de estas especies los problemas proliferan.

Las plagas no pueden ni deben eliminarse por completo. Todo tiene sentido y propósito en la naturaleza. No existen malas hierbas, más bien son hierbas competentes, no existen insectos totalmente nocivos y perjudiciales pues forman parte de una cadena en la que la premisa básica para el mantenimiento de un buen entorno orgánico es la diversidad, en la que a mayor variedad tanto de plantas como de vida animal, mayor facilidad habrá para mantenerlo con prosperidad. El horticultor debe despertar el sentido de la biodiversidad, aprender a observar y a escuchar el entorno y nunca debe de proclamarse el dueño absoluto de ese entorno ni mucho menos jugar a ser "dios" aniquilando insectos y otras hierbas con productos químicos que esterilizan con el tiempo la tierra.

Muchas plantas, por ejemplo, no producirían semillas o frutos sin la ayuda de insectos polinizadores y otros animales. No sólo polinizan las abejas, sino también las moscas, abejorros, avispas y escarabajos. La colza no produciría su cosecha de pepitas sin la ayuda de los insectos polinizadores. Si todavía eres de los que cree que un buen huerto es aquel que está libre de toda hierba y sin insectos estás muy equivocado y el tiempo te lo demostrará. Es insostenible mantener las cosechas a base de productso químicos y caros como los herbicidas, abonos químicos, plaguicidas, etc...

Información obtenida de: www.ecoaldea.com

jueves, 15 de mayo de 2008

Dentro de las tareas de una huerta y del cultivo de plantas también se encuentra la recolección y la conservación. Tenía una planta de perejil que me había resistido todo el invierno, pero ahora como hacía un poco más de calor ha empezado a crecer y crecer. Estaba empezando a florecer. La pena es que tenía que cambiarla de lugar ya que no estaba precisamente en el mejor sitio. He optado por cortarla y sembrar otras plantas de perejil en otros lugares mejor situados.

El problema era qué hacer con esta planta, era una pena tirar todo ese perejil y luego tener que comprar más hasta que fuera saliendo el nuevo. La solución que he encontrado ha sido la de secar las hojas, así tendré perejil hasta que tenga el fresco, pero con el resultado obtenido tendré para casi todo el año.

Como podéis ver la planta había adquirido unas dimensiones bastante importantes. Empecé a coger hoja por hoja que parecía en principio una tarea sencilla, pero que enseguida pasó a pesada y repetitiva. Había tantas que eso parecía no menguar nunca. Mi intención era llenar una bandeja del horno pero al final fueron 2 y podían haber sido 4 o 5.


Las hojas las iba lavando y le quitaba el exceso de agua con una centrifugadora de ensaladas. Las puse sobre una hoja de papel especial para el horno y en otra bandeja puse una base de silicona para evitar que las hojas se pegaran. Al final el mejor resultado lo dio el papel, ya que a la silicona algunas si se pegaron.


El horno lo programé a 80 ºC durante una hora y media con la función de ventilador. El resultado fue muy bueno, el perejil quedó muy seco, suelto, con mucho olor y color, no como el que venden que está muy pálido.

Otra forma de conservarlo hubiera sido el de envolverlo en papel de aluminio y hacer un rulo y cada vez que se necesita se va cortando una rodaja. Pero como nunca había secado hierbas en el horno me pareció una buena opción para probar ya que era mucha cantidad. Creo que no será la última vez, esperaré a que crezca el tomillo, el orégano, el eneldo y algunas más que tengo. No si al final voy a poner un herbolario.

lunes, 5 de mayo de 2008

Lechuga



La lechuga es una hortaliza que se ha extendido de forma asombrosa, se cultiva en todo el mundo. Sobre su origen hay algunas diferencias, unos estudiosos dicen que procede de la india, mientras que otros (la mayoría) dicen que procede de la cuenca del mediterráneo, se han encontrado pruebas de su existencia en Egipto hace más de 4500 años.

Las lechugas forman el género Lactuca y pertenecen a la familia de las Asteráceas (Compuestas), que abarca más de 1000 géneros y 20.000 especies, de las que muy pocas se cultivan. Esta familia, cuyo nombre actual deriva del griego Aster (estrella), se caracteriza porque sus flores están compuestas por la fusión de cientos e incluso miles de flores diminutas. Dentro de las Asteráceas se encuentran muchos tipos de hortalizas de diversas especies: de hoja (achicoria, lechuga, endibia, escarola), de flor (alcachofa) o de tallo (cardo). El término científico Lactuca Sativa también incluye a los cogollos y lechugas de tallo pequeño que forman una cabeza parecida a la de la col.

Variedades.
El tipo de lechuga más consumida en España es la variedad Romana, muy típica en primavera y verano. No llega a formar un cogollo siendo las hojas oblongas y recordando a su denominación popular 'oreja de burro'. Dentro de las romanas, se encuentran el tipo Baby, mucho más reducidas en tamaño. Una especie singular es la lechuga enana o 'Cogollo de Tudela', cuyo centro es crujiente, sabroso y de color amarillo.

Dentro de la variedad de las acogolladas, cuyas hojas se presentan apretadas, estarían los tipos Iceberg, similar a un repollo apretado y aprovechable en su totalidad; Trocadero o Francesa, de sabor suave, y Batavia, dentro de la cual habrá ejemplares con hojas más o menos rizadas y con una gama de colores que van del marrón al rojizo. En cuanto a las lechugas de hojas sueltas, la más consumida es la Roso o Lollo Rossa, de forma redondeada y con los bordes de sus hojas dispersas muy tiernos. Otros tipos de lechuga serían las Maravilla o las Hoja de roble. Las especies que más se cultivan en la zona oriental asiática son aquellas de hojas lanceoladas y de aspecto puntiagudo.


Su mejor época.
La mejor época para el cultivo es la primavera, pero gracias a los invernaderos y a las distintas variedades se puede cultivar y consumir durante todo el año. Es una hortaliza que prefiere los climas templados, una temperatura óptima seria entre 14 y 18 grados. Pero lo mejor es que haya una gran variedad entre el día y la noche, lo ideál sería por la noche una temperatura de 4 o 6 grados. Cuando la temperatura supera los 25 grados puede tender a espigarse. Hay que intentar seleccionar el tipo de lechuga según la época, ya que unas aguantan más el calor que otras.

Cultivo
Hay dos posibilidades la siembra en semillero y la siembra directa.

La siembra en semillero se hace para proteger las plantas cuando hace excesivo frío. Lo mejor es hacerlo en bandejas, poniendo 2 o 3 semillas por alvéolo enterradas medio centímetro, se deben hacer a partir de febrero o marzo y hasta finales de otoño. En pleno verano cuando el la temperatura es muy alta, la el trasplante aumenta la posibilidad de que se espigue rápidamente, por eso en pleno verano es mejor optar por la siembra directa.

La mejor opción para asegurarse una producción escalonada conviene sembrar unas pocas cada 15 días.

Cuando las plantitas tengan 5o 6 hojas verdaderas es el momento para ponerlas en su lugar definitivo en la huerta. La distancia de plantación recomendada es de 20 centímetros, lo mismo entre plantas que entre filas. También se pueden sembrar en macetas o jardineras separadas unos 15 cm, procurando que la maceta tenga una profundidad de unos 20 cm.

Es una planta que no soporta la sequía, es recomendable hacer riegos cortos pero frecuentes, dejando que se seque un poco la superficie para evitar la putrefacción de tallo.

Se deben recoger cuando el cogollo está bien formado y las hojas tienen una consistencia fuerte, suele tardar en torno a 2 meses. Siempre antes de que empiece a espigarse ya que sino amarga un poco.

Más información:
www.infojardin.com
www.cocinayhogar.com